Por lo general, el deporte y el rock no tienen demasiadas cosas en común. Es más, incluso por momentos han sido mesos en contraposición. Pero, desde aquí hemos encontrado un punto de encuentro en el que ambas disciplinas se necesitan: los estadios de fútbol.
Es cierto que para tocar no se necesita de manera insustituible un estadio de fútbol pero no lo es menos que en ellos existe una magia especial con los fans y que, sobre todo, permite que sea mucha gente la que acuda a ver a sus estrellas, todo esto acompañado de una buena acústica, ya que los propios estadios, originarios de la antigua Roma, tienen ese diseño pensado para que los cánticos de los seguidores y, en ocasiones como en los conciertos, lo que suene en el terreno de juego, se pueda oír a la perfección.

Cabe destacar que hay otras disciplinas deportivas alejadas del fútbol como puede ser el baloncesto que también acostumbran a albergar conciertos si bien es cierto que la capacidad no es la misma. En España, más concretamente en Madrid, el Palacio de los deportes, donde juega el Real Madrid de baloncesto, ha sido utilizado en más de una ocasión para el disfrute de los aficionados de grandes grupos, casi siempre españoles.

Pero los grandes macro conciertos han sido en estadios de fútbol. A veces resulta llamativo para los aficionados al fútbol y al rock acudir a los estadios a ver a las mejores apuestas deportivas del momento un día y a ver a su grupo favorito al día siguiente. Pero esa es la magia del deporte y la música, en este caso del fútbol y el rock que, aunque como decíamos al principio no comparten excesivas similitudes, son absolutamente compatibles y, además, ambos provocan esa pasión en los aficionados que hace que todo siga adelante con gran éxito. Como caso interesante tenemos al ‘Mono’ Burgos, el guardameta argentino que compatibilizó su trabajo de deportista de alto nivel en la selección argentina y el Atlético de Madrid, entre otros, con su famosa banda de rock. Un fenómeno.

En cuanto a los estadios más conocidos para albergar conciertos, destacan Wembley en Inglaterra, el Vicente Calderón en Madrid o el Monumental de River Plate en Argentina. En Wembley, especialmente en el antiguo, han tocado los mejores grupos de la historia. Seguramente sea el lugar más emblemático sobre todo recordando aquel concierto de Queen con Freddie Mercury y su famosa chaqueta amarilla. Tremendos recuerdos. En El Monumental se ha podido ver desatados a U2, Red Hot Chilli Peppers o The Rolling Stones, algo que también ha sucedido en el Vicente Calderón, que últimamente ha disfrutado con Coldplay o AC/DC.

Se podría decir que El Monumental es el lugar por excelencia en Sudamérica y que el Vicente Calderón es lo propio en Europa. Aunque cabe destacar que hay otros grandes estadios como San Siro, en Milán, el Azteca de México o el Millenium, en Cardiff que han dado cabida a grandes conciertos.

Como curiosidad, siempre el glamuroso Santiago Bernabéu sólo abre las puertas a conciertos cuando llega ‘el boss’. Esa aureola especial que siempre tiene el Real Madrid ha hecho que en los últimos años sólo se haya puesto de gala musicalmente hablando con la llegada de, nada más y nada menos, Bruce Springsteen.

Hay que destacar que no sólo los grandes estadios dan paso a este tipo de conciertos y que en ciudades más pequeñas se utilizan en festivales o con bandas de menor prestigio que las mencionadas. Uno de los destacados es el festival ‘Low Cost’ en Benidorm, donde se habilitan los tres campos de fútbol para dar cabida a las numerosas bandas que acuden al mismo.

En definitiva, parece que el rock y el fútbol tienen ese enlace con los estadios que hace que la música y el deporte sigan de la mano a pesar de sus pocas similitudes. En cualquier caso, esperemos que todos podamos seguir viviendo con la misma pasión sana ambas disciplinas para que se sigan manteniendo vivas.

Por: Guillermo Fernández